Sunday, September 25, 2011




Belkis Cuza Malé



Hoy 24 de septiembre se cumplen 11 años de la desapirición física del poeta Heberto Padilla. Y para recordar al autor de Fuera del juego,
les pongo aquí varias fotos inéditas, que he sacado de mis archivos.
La primera es en la ciudad de New York, y posiblemente en 1958 durante
la época Navideña. Es una cena familiar con unos amigos, y Heberto es e

l primero de izquierda a derecha; a su lado, mirando hacia la cámara está Bertha Hernández, su primera esposa y madre de sus 3 hijos mayores, y de seguro ese bebé que carga el otro señor es Giselle, su hija.

La foto número dos es en París, y está fechada en 1959. Ya Heberto había regresado a Cuba desde New York y aparece aquí en compañía de varias figuras importantes de la cultura cubana. Les coio textualmente lo que trae escrito por detr
ás, de la mano del propio Heberto: "En 1959, en París. De derecha aizquierda el chofer del embajador Manuel Grant junto a Padilla, la consejera, la escritora cubana Nivaria Tejera, y los funcionarios Harold Gramatges y Flora Díaz Parrado y el empleado M. León". Se le olvidó identificar a Manila - una linda y elegante Manila - , la esposa del músico Harold Gramatges
.
La tercera foto, según leo en unas líneas detrás, y se trata de fotos de una agencia de prensa británica, está fechada en febrero de 1960 y, dice en inglés: JOURNALISTS FROM CUBA: A party or Journalists from Cuba are spending a month in the United Kingdom ( from February 15th to March 14th ), as
guests of the Foreign Office and under arrangements madr by the Central Office of Information. The party comprises: Señor Jose A. MAESTRI, Dean of the National Collage of Journalists and Head of the Information Department of the Ministry of Commerce; Senor Enrique Labrador RUIZ, Senior Deputy Editor of the "Diario Nacional" ; Dr. Enrique GRAU Esteban, News Editor, Rotogravure Section of the "Diario de la Marina"; and Senor Heverto (sic) PADILLA, a member of the staffr of "Revolution", and Assistant Director of the Feature Section of "Prensa Latina". Y más abajo añade: "Three of the Journalists are seen here on their arrival at London Airport. From left to right ."they are: Dr. Enrique Grau Esteban; Senor Jose A. Maestri; Senor Heverto Padilla; senora Grau Esteban is accompanyng her husband, and can be seen on the right of the picture
La foto número cuatro dice por detrás: "The Journalists visited the Berkerley Nuclear Power Station while in the West ountry and are here seen together with Mr. SJ Fletcher of the Central Offrice of Information in Bristol ( extreme left) and Mr. Dickens, and Mr Dicken, Assistant Residen Engineer to the Central Electricity Generating Board, (fourth from the left), and Mr. Ellis from the Foreign Office, who acted as interpreter, (second from the left ). March 1960.". Heberto es de izquierda a derecha el número 5, y el novelista Enrique Labrador Ruiz es el último, el 8.


La foto número cinco dice por detrás: "On March 2nd the party visited the factory of Bristol Aircraft Ltd in Bristol, where they were shown the giant assambly hangers that are necessary for aircraft of the size of the "Britannia"; part of one such aircraft can be seen in the background. The Cubans were the guests of the Bristol Aircraft Co., while they were there." El primero, de izquierda a derecha es el novelista Enrique Labrador Ruiz, seguido por Heberto Padilla.
La foto número 7 es en Moscú, a finales de 1962, durante una lectura de poemas de Heberto. A su izquiera, el traductor.
La foto número 8 fue tomada en Abril de 1986, durante una conferencia a la que fuimos invitados Heberto y yo en una universidad de las afueras de Washington, DC., donde también participaron si mal no recuerdo Isabel Allende, Claribel Alegría, John Alexander Coleman y algún otro escritor y profesor argentino. Nos acompaña nuestro hijo Ernesto, entonces con 14 años. Durante ese año vivíamos en Miami, pero yo estaba deseosa de regresar a Princeton, NJ, porque las escuelas de Miami me parecieron deficientes, y porque Ernesto se quejó de que estaba en una que no tenía ventanas. Vaya, como una celda. No me había dado cuenta de ese detalle hasta que él me lo comentó. Por esa época residíamos en un townhouse cerca de la calle 117 y la 8 del SW, si recuerdo bien.
Le pido a Dios que su alma descanse en paz y sepa que no lo olvidamos. Estoy segura de que él tampoco nos olvida: hace unos días, precisamente buscando fotos inéditas para poner aquí, encontré entre las páginas de un libro del poeta Derek Walcott, un poema inédito, otro, escrito de su puño y letra encima de un garabatico suyo. "Odiseo", le puse por título, porque a falta de uno, y como lo menciona, me pareció apropiado. Se los copio aquí, pero no he tenido tiempo de fotografiarlo. Las tachaduras las añado también entre paréntesis. Sin duda olvidó luego pulirlo y dejarlo a su gusto. Va también el dibujito/garabato.


ODISEO

Los ojitos, oscuros, legañosos.
los profetas conocen los hábitos del monje.
Llegan envueltos con sus letanías
(con) su antigualla secular y
(¿Qué vienen a decirnos?),
(ahí) alzan, como el horror,
un pasadizo (terrenal)
de presagios,
y augurios donde vela la muerte,
hasta en las claras mañanas (de domingo) de invierno,
se echan al mar en sus barcazas
ponen en el desnudo
su señal, su advertencia
--mitad sombra lunar, mitad ceniza--,
ah, cómo vocifera la piel tostada de las adolescentes
(cuando) una silba en las arenas, (la precede)
un sordo anillo
transparente
para la enorme boda --dicen los ancianitos-,
(En el más claro día, en el más alto s
ol
se produce el asalto de los muy transparentes
ancianitos),
enconados, oscuros (sentenciosos), legañosos,
expertos en los presagios, en los sonsos.
Esa vela que se apaga en la luz,
fatigada de islas,
(una) goleta batiendo en el Caribe
de vuelta hacia el hogar, tal vez fuera Odiseo.
Los clásicos consuelan, pero no lo bastante.

Han pasado once años desde la partida de Heberto Padilla y si alguna tristeza me produce este hecho es la de ver su obra, enorme y decisiva para entender cómo un sistema social fallido y cruel fue permeando el alma de la nacíón y la resquebrajó hasta dejarla en puro hueso, permanece desconocida para muchos, especialmente para esa izquierda fea que pulula en todas partes, y sigue despreciándonos como exiliado


1 comment:

Isis said...

No olvidamos a Heberto, como él tampoco nos olvida. Bellìsimo, querida Belkis. Gracias.